jueves, 14 de abril de 2011

"Golden Arnía" o el tiempo detenido

En cuanto vi esta imagen en mi cámara sabía como la iba a titular. Esto de dar títulos a las fotografías a veces resulta un poco dificultoso porque aunque el motivo es casi siempre claro uno no sabe cómo describirlas, si darles un nombre que evidencie lo que en ella se muestra, si hacer una leve metáfora, si mencionar algo más simbólico... Otras veces ves la imagen y ya le añades un título mentalmente.

En esta ocasión una composición bastante centrada, con las líneas que llevan directamente al fondo, intentando meter al espectador en el agua sedosa, en el mar, en la isla del fondo... "Golden" por la tonalidad dorada que tomaron las piedras, contagiadas por la temperatura de color de la atmósfera a esa hora de la mañana. "Arnía" porque está tomada en ese lugar, una belleza de playa de la costa cántabra, pequeña pero bella perla en pleno acantilado.

La fotografía encierra una coincidencia que he descubierto por casualidad pues no nos solemos fijar en la hora de la toma, salvo puntualmente: esta imagen ha sido tomada a las 08 horas, 08 minutos, 08 segundos. Un click, un instante, esos segundos, ese momento y no otro...

¡Para pensar!

lunes, 4 de abril de 2011

Año internacional de los bosques



2011 ha sido declarado "Año Internacional de los bosques" por la Asamblea General de las Naciones Unidas, al reconocer que estos ecosistemas y su ordenación sostenible contribuyen significativamente al desarrollo, la erradicación de la pobreza y el logro de los objetivos de desarrollo del Milenio.

En un mundo ocupado por siete mil millones de personas, los bosques, que representan más del 30% del territorio y contienen el 80% de la biodiversidad del planeta, pierden anualmente trece millones de hectáreas, una superficie equivalente a la cuarta parte de la península ibérica.

Cada año se queman muchos de nuestros bosques y la globalización hace que seamos unos verdaderos "depredadores" de todo lo que nos rodea, una voracidad que no escapa al medio natural: vemos lugares menos cuidados, muchos más sucios, el vandalismo se cuela por todos los rincones, la falta de educación y el respeto al medio ambiente se contempla día a día, construcciones, corrupción, tengo, tengo, tengo y tú no tienes nada... y un sinfín de cosas que hacen de estas declaraciones universales una reinvindicación o grito al planeta casi obligado.

Se declaran "años internacionales" pero tenemos tantas denuncias que perfectamente podríamos realizar declaraciones mensuales.


Lamentablemente.